Tranquilidad

Cuando unos aparcamientos pirenaicos se llenan a primeras horas de la mañana, cuando en algunos caminos ya no nos saludamos porque somos muchos, cuando estamos en el monte como en la ciudad, atrapados por la exigencia del rendimiento... siempre es posible elegir el valle de Pineta.

En Pineta, siempre podremos andar tranquilos. No solamente en zonas salvajes y exigentes (las Marías, la directa al Perdido...), sino eligiendo destinos menos conocidos como, por ejemplo, los magníficos miradores del macizo del Monte Perdido (Comodoto, Chinipro, Cuezo).

O paseando para disfrutar del despertar de la primavera con toda tranquilidad.

¿Por qué no bajar a Bielsa por el hermoso PR-HU137?
¿O, en la misma ruta, visitar las ruinas del antiguo molino de la Sarra?

Nos podremos cruzar con algún montañero o alguna familia... Hola, ¿qué tal?

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