Un corto paseo, un banco de piedra y una bonita vista sobre el Balle Berde y las paredes de Pineta.

Unos se sientan para pensar en su próxima ascensión. Otros a fumar, a tocar música o a contemplar la formación de las cascadas de hielo debajo de Añisclo...
Hay quien se deja invadir por la calma y el paisaje de un otoño que no termina de irse y un invierno que se resiste a llegar.

Otros siguen más allá. El mirador escondido de Pineta se encuentra en el camino de la lera Sacos. A partir de ahí, puedes continuar, llanos de la Larri, GR11, Estiva, Plana Fonda, Comodoto... Por ejemplo.