Repetir una excursion...

Es ver otra cara de la misma montaña, con otros ojos y otra experiencia.
Otro día, con otra luz y otras nubes.
Es mirar los mismos picos con otros sueños.
Y sorprenderse de lo que cambia.

Es disfrutar de lo que no cambia, la vieja haya en el camino, las marmotas de Plana Fonda, las vacas de la Estiva, los Sarrios de la Riperereta, la elegancia del Garién, las flores del verano, lirios, scabiosas, cardos...

Una familiaridad con el entorno que enriquece nuestra experiencia y nos hace sentirse parte de este entorno y no solamente un visitante de paso, cumpliendo un reto personal, midiendo tiempo, distancia, pulsaciones y progresos.